
Sin embargo, dada su preocupación por la falta de derechos de autor que protegieran a los autores en Inglaterra, terminó todo trato con editoriales de comics, dejando algunos títulos sin concluir, pero ya gozaba con cierto prestigio en el medio, de tal forma que pronto fue contratado por la editorial estadounidense DC Comics, para quien comenzó a escribir La Cosa del Pantano, una serie de Terror ambientada en los pantanos de Luisiana. Es para esta serie que creó uno de sus personajes más emblemáticos, Jhon Constantine, emulando la personalidad y apariencia del cantante Sting, el cual luego obtuvo su propia serie continua en la línea Vertigo, titulada Hell Blazer, en la que Alan Moore no participó.
A partir de entonces inició lo que en lo personal considero, su mejor etapa creativa, teniendo una marcada influencia en el comic americano, ya que realizó también para DC, su aclamada Batman: La Broma Mortal, misma que fue un parte aguas para el personaje protagonista Batman, como para su archienemigo el Joker, y para otros personajes secundarios. También durante esta etapa en esta editorial hizo una aportación importante para Superman en dos títulos distintos.

Otras de sus obras más famosas llevadas al cine son Desde el Infierno, en la que se especula sobre la identidad e historia de Jack el Destripador; V de Venganza que se desarrolla en una Inglaterra pseudofuturista, sobre un enigmático personaje que intenta derrocar a un gobierno fascista y corrupto que mediante mentiras limita el derecho a la libre expresión de los ciudadanos. Y finalmente Los Vigilantes, un relato sobre su propia versión de una agrupación de súper héroes en una sociedad decadente, en el albor de una guerra nuclear.
Actualmente sigue creando nuevos títulos como autor independiente, entre los que destaca su propia versión de los mitos de Cthulhu con el título Neonomicón, para la editorial Avatar, y su más reciente Chicas Perdidas, en la que retoma personajes femeninos de cuentos clásicos y los coloca en una historia erótica.
Es difícil escribir sobre Alan Moore, tanto por su pesimista punto de vista de la sociedad en general, como por su volátil personalidad y su excéntrica genialidad, pero sobre todo por lo complejo de su obra, un autor que vale la pena seguir y del que jamás quedarán decepcionados y seguramente seguirá sorprendiéndonos con historias más delirantes e impactantes, y espero que algún día una adaptación fílmica de sus obras le haga honor a su creatividad.
Chico Alia Nomine Cognitu.
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